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Deliciosamente tiernos, los macarons de la Maison Adam, los únicos auténticos macarons de San Juan de Luz, “Pare Gabea”, deleitan los paladares de los golosos desde hace más de tres siglos. Elaborados a mano cada día, estos delicados manjares esconden un ingrediente esencial: la esencia de un secreto de familia. El macaron es un producto que se elabora todos los días.
El macaron vasco: un tesoro bien guardado desde 1660
El macaron vasco es uno de los emblemas más sabrosos del País Vasco. En San Juan de Luz, forma parte de la historia, de la memoria colectiva y de la vida cotidiana desde hace más de tres siglos. Generoso, fundente, con un intenso sabor a almendra, seduce por su sencillez y autenticidad.
Fue en 1660, cuando el rey Luis XIV se casó con la infanta María Teresa de Austria, cuando el macaron de la Maison Adam se convirtió en leyenda. Ese día, nuestro abuelo hizo llevar a la corte sus macarons de almendra. La propia reina Ana de Austria alabó su exquisitez. Desde entonces, nuestra receta no ha cambiado: almendras de Valencia, clara de huevo, azúcar y un saber hacer único transmitido de generación en generación.
Elaboración artesanal y saber hacer familiar único
En la Maison Adam, la elaboración de los macarons vascos se basa en un ritual ancestral que se transmite oralmente desde 1660. Aún hoy, sólo unos pocos miembros de la familia Adam -encabezados por Andoni y Miguel- continúan esta tradición cada mañana, con absoluto respeto por la receta original. Cada paso cuenta: las almendras, cuidadosamente seleccionadas, se muelen finamente y luego se combinan con azúcar y claras de huevo para obtener una pasta densa y homogénea. A continuación, esta mezcla se separa, macaron por macaron, antes de un preciso proceso de horneado que revela toda su riqueza aromática. El resultado: una cáscara ligeramente dorada, un centro blando y un incomparable sabor a almendra. Delicias gastronómicas y patrimonio, todo en uno.
¿Cómo se conservan los macarrones vascos?
La conservación de los macarons es fundamental para disfrutar al máximo de su textura y sabor. Nuestros macarons no contienen conservantes, por lo que su frescura depende del rigor de nuestra elaboración diaria y de un cuidadoso envasado.
Los enviamos todos los martes, miércoles y jueves, el mismo día de su elaboración, en nuestras elegantes cajas metálicas, en ediciones limitadas coleccionables de 12, 24, 36 o 48 macarrones. Nuestros macarons están cuidadosamente protegidos para garantizar un envío sin roturas.
Hay dos formas de conservarlos:
- En el frigorífico, en el cajón de las verduras (menos frío): hasta 10 días de conservación. Sáquelos 10 minutos antes de comerlos para que revelen toda su exquisitez.
- A temperatura ambiente (en un lugar fresco y seco): hasta 2 días. Un consejo importante: evite dejarlos en el coche cuando haga mucho calor.
Prefieren la sombra y el frescor a tomar el sol.
Una leyenda gastronómica para regalar o regalarse
El macarrón vasco de la Maison Adam es mucho más que una especialidad local: es una historia familiar, un patrimonio vivo, una firma gastronómica reconocida a lo largo de generaciones. Cada bocado cuenta la historia de un fragmento del País Vasco, de un saber hacer preciso y de una pasión que no ha cambiado desde 1660. Nuestros macarons se presentan en latas coleccionables de edición limitada y son el regalo perfecto para los amantes de la autenticidad. Disponibles en las tiendas de San Juan de Luz y Biarritz, o entregados a domicilio, su sabor único ha resistido el paso del tiempo sin perder nunca su generosidad.